24 marzo 2006

 

Me he comprado una palmera de chocolate

Sí, en el Mallorca de al lado de mi curro. Porque yo lo valgo.
Porque es viernes. Porque me ha tocado pringar esta puta tarde de viernes mientras todo el mundo se echa la siesta, se va de compras, se va al gimnasio o simplemente se tira un pedo tirado en el sofá de su casa. Porque me han tocado los cojones toda la santa mañana. Porque se me avecina una primavera y un verano de traque, écoutez. Y sobre todo, porque a pesar de haber engordado un poco estos meses, necesito darle un chute de chocolate a mi body.
Y en eso estoy. Y mientras escribo y pringo las teclas de chocolate (que habrá que hacerle un templo al iluminado o iluminada que decidió hacer los ordenadores negros, porque si no, ni dios querría volver a escribir en este teclado pringoso) me doy cuenta de lo tristemente fácil que es hacer feliz a alguien. Porque con el acumulado que llevo encima esta semana (que menos mal que sólo tenía 4 días laborales, la muy hija de puta), ahora mismo debería estar pensando en tirarme desde la ventana de mi oficina*. Afortunadamente, estoy en un edificio inteligente, de esos de ventanas cerraditas que coartan toda posibilidad de defenestración. Y afortunadamente, el chute chocolatero ha conseguido que sonría por lo menos hasta que den las 19:30 y pueda escapar de mi prisión laboral. Y si me apuro, la sonrisa puede llegar hasta la hora de la cena homenaje de hoy, que en cuanto llegue a casa, voy a coger al Gato por los bigotes y le voy a arrastrar al restaurante más caro de Madrid. Que esta semana, nos pagan los atrasos.
Porque yo lo valgo, joder. Y porque como dice el Gato, por dinero va a ser, la hostia, todo ello pronunciado con el mejor acento vascongado.
Hasta más ver, majos.


* A los que están fuera de onda, les comunico que sí, que la Syl ha pasado de estar en un zulo de paredes acorazadas a un despacho más grande que una planta de su casa y con unas vistas de puta madre a las vistosas y económicas tiendas de este barrio. Eso sí, no penseis que supone un ascenso: ahora tengo dos sitios que atender, y voy casi peor que antes... En fins, al menos, si llueve o hace sol, lo puedo ver. Y sobre todo, tengo un alfeizar de metro y pico donde me puedo tirar las horas muertas cotilleando las mansiones de los vecinos. Siempre y cuando, tuviera tiempo para hacerlo, claro...

Comments:
Bienvenida de vuelta a esta nuestra bolgosfera.
Un beso, guapa, que aproveche la palmera y el homenaje de esta noche.

(Yo voy a darme otro homenaje, qué coño, porque yo lo valgo, a base de bocata de calamares de la plaza mayor)

Felicidades por tu nuevo despacho (o te acompaño en el sentimiento, como prefieras)
Besines y ánimo.
 
Ah, que se me olvidaba. Me parece requetefatal que la gente no justifique los textos al escribir, es incómodo de leer, coñe.
 
A ver si ahora ya te gusta...
Y explícame lo del linkear, que no tengo ni guarra de cómo se hace...
 
Mucho mejor, dónde va a parar.

Y... ¿cómo que no sabes linkear? Si ya lo has hecho...
 
Publicar un comentario

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?