15 julio 2005

 

Monte do Gozo - Santiago (5 kms.)

Has llegado!!!
Bueno, es genial. Por fin mi gato ha aterrizado en Santiago, que ya era hora.
Tengo unas ganas locas de verte, pero tendré que esperar al domingo, con su carga de nervios del fin de semana.
Es igual, porque sé que te daré el abrazo más dulce del mundo en el aeropuerto y el beso más salvaje que te dejará sin aliento.
Qué nervios, qué nervios...

PD. La siesta de la tarde del viennes ha sido de traque, écoutez! Y ahora, en breves, me largo al parque de las tetas con el Marqués, a ver ponerse el sol detrás de los edificios de Madris. A ver si la semana que viene nos podemos subir los dos, que quiero un día disfrutar contigo de esas vistas. Muackis!

14 julio 2005

 

Arzúa - Monte do Gozo (34,32 kms.)

Hace un calor espantoso.
Ya es viernes, muy de madrugada (aunque este post tenga fecha de jueves, por aquello de conservar las formas). Y no puedo dormir. Por muchas cosas. Por el calor, por el run run del ventilador sonando en mi oreja, por el té de hierbabuena que me he tomado... Y por algo que no deja de rondarme la cabeza.
Hoy estuve con Alberto, que ya lo sabes, y ha sido diferente, muy diferente. Estaba muy locuaz, contándome su vida nueva, una vida que nunca me esperaba yo que él fuera a tener, la verdad. Está con una chica separada que tiene una niña de 10 años, una cría a la que adora, se le ve en los ojos. Y me lo contaba con una sonrisa en la cara, muy muy feliz. Y me ha dado una alegría enorme ver que por fin despertaba a esa vida para la que estaba adormecido, ese mundo de sentimientos que era desconocido para ese corazón cuadriculado de maño cabezón.
Pero de pronto se ha quedado mirándome muy fijo, y se le ha empañado la mirada. Y yo me he quedado desconcertada esperando que hablara. "Verás, no sé cómo decirte ésto, es muy difícil; mi hermano pequeño se mató en febrero en un accidente de coche".
Como si alguien hubiera sacudido mi corazón, de un manotazo, así me he quedado. Él no ha dicho más y yo sólo he sabido apretarle con fuerza una mano mientras le sostenía la mirada. No he podido hacer más. Porque de pronto me he imaginado la sensación que sería perder a mi hermana así, y el dolor se ha hecho un hueco muy grande en mi pecho. Así que he imaginado, pero sólo remotamente, lo que puede sentir él ahora.
En esta noche insomne, intento quedarme con la alegría de su sonrisa contándome cosas de la niña Paula, pero sólo me viene a la mente su voz y la tristeza de sus ojos mientras me decía que había perdido para siempre a su hermano.
Me voy a la cama de nuevo, voy a buscar el sueño, a ver si está escondido bajo la almohada. Ya estamos a viernes. Qué ganas de abrazarte, qué ganas.

13 julio 2005

 

Palas de Rei - Arzúa (29,52 kms.)

Acabo de llegar.
Son las 23:14 y he tenido que poner la lavadora a estas intempestivas horas. Ya sabes la historia: a mi hermana le han dado como sustitución un Mini Cooper y joder, había que ir a probarlo. Además he visto la casa dónde va a vivir con Andrés, es preciosa. Y hemos hablado de ti, de mí, de los acontecimientos del día, de todo lo que ha pasado.
Ha sido un gran día, este 13 de julio, un gran día. Me siento igual que esta mañana, pero en el fondo, algo ha cambiado. He dado un pequeño paso hacia otro sitio, y la verdad es que me siento grande, muy grande. No más libre que hace unos años, o simplemente unos días. Pero si una sensación de que el camino me lleva hacia algún sitio fantástico... y tú me das la mano y me llevas a tu lado, así que no hay nada mejor que hacer que disfrutar de la sensación de tu compañía.
Me han llegado 4 postales más, gato. Cuatro besos, cuatro abrazos que llegan desde el norte con tu presencia impregnada en ellas. Dormiré hoy con 8 postales bajo mi almohada y será como estar contigo, como sentir en mi piel las caricias que me darás el próximo domingo, cuando bajes de ese avión que te traerá raudo y veloz hasta mí.
Te quiero te quiero te quiero te quiero te quiero.

12 julio 2005

 

Portomarín - Palas de Rei (24,3 kms.)

Hoy estoy reventada, mi amor.
Vas a tener que conformarte con unos versos tiernos de amor para ti... y hoy mi buzón estaba vacío...

TODAVÍA

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría

palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo

tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que la cábala lo digo
y por las dudas lo canto

nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
por que estás llegando a casa

sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía

pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro

y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido

y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más todavía.

Mario Benedetti

11 julio 2005

 

Samos - Sarria - Portomarín (37,23 kms.)

Hoy has hecho que se me corra el rímel. Del todo. No veas qué churretes que tengo en la cara por tu culpa. Son negros como el carbón, y estoy frota que te frota (ya sólo me queda intentar lo de la piedra pómez) para ver si salen de una buena vez.
Resulta que llego al buzón de casa, como todos los días, refunfuñando por el calor, como todos los días, cargada de bolsas del curro y de la compra, como todos los días, y abro el buzón, como todos los días, y me encuentro, como todos los días, las dos o tres facturas de siempre. Porque hay que joderse, que en mi buzón sólo caen anuncios de clínicas dentales y facturas. Y de vez en cuando, alguna propaganda de restaurante chino y de telepizza. Que mientras estaba a dieta no veas qué mal sentaba, oigas, aquello de ver las fotos suculentas de las pizzas, queso derretido, masa esponjosa y sabor riquísimo... Las peores, las del pizzahut, porque, como decía un colega de hace muchos años, son las únicas pizzas en las que la foto de la publicidad corresponde al 100% con la realidad. Al menos, en aquellos tiempos, ahora ya no lo sé, que hace mucho que no invierto en colesterolines a domicilio.
A lo que voy, que me disipo echando leches. Hoy, además de las facturas, encontré otras cositas en mi buzón. Debajo de la factura de la hipoteca y por encima de la factura del teléfono fijo (ajko de timofónica, oyes) asomaba una esquina de una catedral... Esto parece... esto parece... ¡¡ la catedral de León !! Y otra esquinita que asomaba por allí... ¡¡Hospital de Órbigo!! Y esto de aquí... esto de aquí no lo conozco, pero pone que es ¡¡ El Acebo !! Y luego otra más, también de León (después me enteré de que la repetición se debía a que no encontraste postal de Villar de Mazarife).
En fins, que se me ha puesto al segundo la típica cara de tonta-que-casi-se-echa-a-llorar-por-una-nimiedad (aunque al final, leyéndolas, sí que he llorado, como he confesado más arriba). Menos mal que hoy no me he cruzado con ningún vecino, porque si ya tengo fama de taradilla en la comunidad, después de verme llorar aferrada a un puñado de postales y facturas en una mano y agarrada con la otra a la puertecilla cutre y desvencijada de mi buzón, no te digo ná dónde iba a terminar esa fama.
Te quiero mucho, gato. Hoy, más que nunca, porque además de tu foto sobre mi mesa, tengo tus palabras que me llegan desde la distancia... Y eso me hace la mujer más feliz del mundo.

PD. Me quedaría un rato largo contigo y sé que lo sabes... Pero la lavadora está terminando de centrifugar, y aún tengo que hacer la comida de mañana y la cena para hoy y además escribir los tres post anteriores que no pude escribir estos días... Qué bonito y romántico es despedirme de ti contándote que me voy a tender bragas, ¿eh? Muackis de nuevo...

10 julio 2005

 

Hospital da Condesa - Samos (25,89 kms.)

Vuelvo a trepar el cerro de nuevo. Quiero encontrarme contigo. Y lo hago acariciada por un sol de domingo. A mis pies, aún fríos desde esta mañana, se extiende una inmesidad de campos amarillos y verdes, llenos de espigas recién segadas y de vides con uvas que crecen bajo este sol de julio. Este mismo sol que también acaricia tus hombros, tus manos, tu pelo... Tengo que intentar revivir ese momento en el que apenas tenía el hilo de tu voz en mi oído, porque hoy, mientras escribo sentada delante de esta pantalla, sólo tengo una pequeña soledad de lunes. Y dirás, ¿dónde ha ido la princesa de la boca de fresa que me escribía esos post alegres y sarcásticos? Bueno, te responde la princesa, he cenado, he visto un capítulo de Friends en el que Mónica se reencontraba con su antiguo novio Richard, y me he sorprendido llorando mientras abrazaba tus postales después de volverlas a releer... Mmmmmm, ¿de qué postales estás hablando? (Mierda, esto de escribir en el hilo del tiempo irreal, pero no mantener el hilo del tiempo real va a llevar al traste con el orden desordenado de este blog).
Te quiero. Te quiero. Te quiero. Ahora mismo daría todo el dinero y el tiempo del mundo para volar a tu lado y abrazarte muchísimo, aunque sólo fuera por una milésima de segundo. Volvería volando a casa de nuevo, pero tendría tu olor, el sabor de tu piel en la mía, la tibieza y la seguridad de tus brazos en los míos, y podría dormir y esperar más tranquila tu regreso el próximo domingo.
Y creo que voy a dejar de escribir, porque tengo el teclado inundado y no quiero provocar un cortocircuito en este chamizo de madera que tengo por casa.
Hasta mañana, gatito.

09 julio 2005

 

Pereje - O Cebreiro - Hospital da Condesa (30,04 kms.)

La cosa fue así. Podíamos irnos a dar una vuelta, ¿no? Más que nada porque parecemos setas aquí metidos todos en casa. Pues sí, dijeron Pepo, María y Richar. Vamos a ver el pueblo, venga. Y nos fuimos a ver el pueblo.
La cosa es que un pueblo que en verano tiene 29 habitantes, y en invierno 2, se acaba de ver más pronto de lo que uno piensa. Ésta es la casa que hemos alquilado, ésta es la fuente, ésta es la iglesia, éste es el cerro... ¿El cerro? ¿Qué cerro? Joder, pues el cerro que hay detrás del pueblo, que es que ya nos hemos salido al campo... La virgen, qué pequeño es Roturas. Bueno, pues como ya no tenemos más pueblo que ver, vamos a ver que se ve desde aquel cerro que se ve en la distancia. Que igual se ve el pueblo. O igual no.Y allá que nos fuimos.
La cosa es que a veces los caminos se acaban (y si no, que te lo cuenten a ti, gato). Y aquel camino no llegaba justo hasta el cerro al que nosotros queríamos llegar. Richar y Pepo decían que si seguíamos el camino, seguro que encontrábamos una playa nudista llena de tías en pelotas, pero a María y a mí, en plena meseta vallisoletana, aquello nos parecía un tanto iluso. Así que nosotras nos desvíamos para ver el cerro atravesando un sembrado recién segado, amarillo como el sol, y al final los borregos de los otros pensaron que lo de la playa nudista no iba a ser tan fácil de encontrar.
La cosa es que llegamos a donde queríamos llegar, y a Pepo no se le ocurre otra cosa que gritarles a unos señores que salían del minicementerio roturiano (4 tumbas y espacio libre para 4 más) aquello de ¡¡¡ CABRONES !!! con su habitual voz aflautada de soprano. Los señores miran hacia el cerro, nos saludan alegremente, nosotros respondemos a su saludo, y acto seguido vemos que justo detrás de nosotros, acaba de llegar a nuestro lado el señor que nos ha alquilado la casa. María no encuentra ninguna piedra bajo la que meterse, y Pepo, Richar y yo nos descojonamos de todo, para variar. Que digo yo que con lo grande que es el campo, ya podíamos haber tenido algo más de suerte y no tropezarnos con él justo en éste preciso momento. Este pobre señor va a empezar a dudar de la "seriedad" de esos madrileños a los que ha alquilado su casa durante el fin de semana... (y sigue, por supuesto, en el domingo).

08 julio 2005

 

Ponferrada - Pereje (27,86 kms.)

¡¡¡Magia potagia!!! ¿Hoy es viernes? No, hoy es lunes, pero como este blog me deja enredar en fechas, horas y demás zarandajas, hoy lunes te puedo escribir el post del viernes. Siento mucho hacerlo así, y fíjate que soy tan tonta que te lo digo, pero yo sé que no te importa que vaya con este pequeño retraso, como los canarios (bueno, un poco más, que estamos hablando ya de que llego 3 días tarde...)
Porque tú sabes la razón, ¿verdad, gato mío? Aterrizamos del GH ayer mismo, y si apenas he podido tener cobertura de móvil en el estupendo pueblo de Roturas, no te cuento como para encontrar un pc con acceso a internete. Más que nada porque en el pueblo, además de no haber ni bar, no ha llegado ni el teléfono fijo.
La cosa tampoco era tan grave, que la Pichuli enseguida pone el grito en el cielo cuando le hablas de que has tenido el móvil apagado la friolera de 48 horas. ¡¡ Apagado !!, me decía con voz exhaltada. Apagado, le repetía yo con voz serena, apagado, sí, que para qué coño lo voy a tener encendido, continuaba yo, si la batería se gasta sola buscando y buscando una señal que nunca va a encontrar. De hecho, ha sido una gozada. Que quería hablar contigo, pues me encaramaba en un cerro y movía el móvil por las alturas hasta que conseguía cobertura, y acto seguido te llamaba. Eso sí, la ley de Murphy dice que si yo me he encaramado en un cerro para hablar contigo, tú estás sin cobertura metido en el albergue... jajajajajajajajaja... Vale, vale, no es así exactamente que hablamos un par de veces sin problemas, e incluso tuvimos un feeling salvaje, porque te llamé justo cuando tú estabas escribiéndome un mensajito... que nunca llegué a recibir, pero lo cambié por oír tu voz, claro (continua en el siguiente post, useasé, el del sábado).

07 julio 2005

 

Foncebadón - Ponferrada (27 kms.)

Vaya mal rollo para empezar el día de San Fermín: Londres colapsado por un montón de bombas en el metro y en los autobuses de la ciudad.
Ahora mismo acabo de dejarles un mensaje a los chicos del Bar, y Paloma ha llamado diciendo que las 4 ciudades candidatas están en alerta por atentados. Me dice que hoy regrese andando, que no vaya en metro a casa. Pero no me da la gana cambiar mi ritmo de vida por todo esto.
¿Todo esto es por el G8? ¿Por las olimpiadas? No sé, pero cada día que pasa este mundo me da un poco más de asco.

06 julio 2005

 

Astorga - Foncebadón (25 kms.)

Apenas sin tiempo STOP agotada STOP cena en casa de Pitxuli STOP Panchito tan cariñoso como siempre STOP conversación amena con mi primo Jose STOP me voy al sobre en breve STOP corre un vientecillo muy agradable STOP beso dulce de buenas noches STOP te quiero un montón gato STOP te echo mucho de menos.

05 julio 2005

 

Villar de Mazarife - Astorga (29,60 kms.)

Hoy los posos de los cereales han sido una puta mierda. No sé por qué razón, pero es que no había apenas. Creo que no vuelvo a gastarme el dineral en los Ol Bran esos de Kellog, que cuestan un huevo, y pienso fabricarme unos a medida: la marca blanca del Carrefour, que es la más barata, y luego pienso rayarle un montón de chocolate negro, a los cereales y la leche, de esa tabletota que mi madre trajo de Zaragoza cuando yo aún estaba a dieta; que mi madre tiene también unas ideas de peón caminero, regalarme 1 kilo, joder, 1 puto kilo de chocolate negro cuando YO aún tenía que perder 8 kilos más. Lo que no sé es cómo no le metí mano antes, con lo enganchada que estoy al chocolate, cosa que francamente apenas se nota cuando uno lee este blog, al menos en estos dos últimos posts.
Luego está el tema de la leche, que acabo de darme cuenta que no he comprado más, que igual mañana no tengo suficiente para desayunar, y luego está el tema de la comida de mañana, que iba a ser en el japonés, pero ahora resulta que Richar no puede mañana, que me acaba de llamar Marta, porque Pepo le dijo el lunes que era el jueves, y hoy María se ha dado cuenta que ella el jueves tenía médico, y que igual no iba a llegar al restaurante, y que por qué no la hacíamos el miércoles. Y como yo no me he comunicado con Richar, no sabía que él había cambiado una comida con un cliente del jueves al miércoles para poder ir a la comida que no sabemos aún cuándo coño será. El caso es que como yo mañana me iba al japo, pues no he cocinado de más esta noche, con lo cual mañana no tendré comida, y si no nos vamos fuera, ya tendré que darme una excursión al super, y estoy ya un poquito hasta los cojones de improvisar una comida en el super, que ya sé qué será: una ensalada, aunque me salga el verde por las putas orejas, y un yogur.
El momento transporte al GH también ha tenido hoy su gran festival. Digo yo que es el GH que tenemos más formas de movernos hasta Valladolid, y resulta que está siendo la cosa más caótica del mundo. Unos que quieren un horario, otros que quieren buscar plazas de parking donde no existen, otros que no saben el horario que tendrán, ni si vendrán, ni si volverán, ni quieren comprar un zumo, ni piensan comprar una puta cerveza vajka que luego no le gusta a los centralistas opresores, no se sabe si habrá vodka Boris Esmirnoff Yeltsin o ron Fulanito de la Habana, y francamente, a mí ya me está hartando todo. Me está hartando de una manera tan heavy, que creo que me voy a ir yo sola al GH, y voy a espatarrarme en medio del salón, y no pienso decirle a nadie dónde coño está la casa. O eso, o al final me voy en mi Twinis, con mi música, sola como la una, haciendo kilómetros cantando a voz en grito a Serrat, que relaja un montón que te cagas. Eso sí, sudando como un pollo (casi escribo como una polla, lo que hace la mala hostia contenida de estas horas) porque el Twinis tiene de todo menos aire acondicionado. Y que digo yo que ya lo sabes. Lo del aire acondicionado, vaya. Y quizás el resto.
Otro momento culminante del día ha sido cuando un picapleitos listillo ha venido a contarme que no me cabreara tanto, que pronto llegaba la jornada intensiva. Casi le sacudo con el primer expediente que se me hubiera puesto a tiro (bueno, le hubiera tirado un plato, porque el colega me lo ha dicho en la cocina, mientras comíamos). La jornada intensiva, la jornada intensiva. Me cago en la jornada intensiva que APENAS voy a disfrutar. Y además, queda un huevo aún hasta el 8 de agosto, coño. Queda un cojón de tiempo.
Vale, voy a respirar dos veces, porque este resumen del día me está quedando de lo más crispado. Para combatir la crispación, le he pegado un tiento a la tarjeta que aún está temblando. 2 pares de sandalias (una de ellas, para más inri, Camper) y un bolso. Eso sí, mañana las Camper las devuelvo que no me han convencido nada. La cosa ha sido que he batido el récord de cambio de opinión en lo que llevo de día unas cuantas veces, pero vamos a esta Imelda Marcos en la que me he convertido últimamente tampoco le espantan estas cosas.
Mirando el calendario me doy cuenta que entro en la semana premenstrual y empiezo a entender todo este post. Lo peor es que no me relaja nada de nada haberme dado cuenta de ello. Porque acabo de darme cuenta también que se oyen perfectamente los putos ruidos de las máquinas que están haciendo el túnel de la M-30 que va a dar al traste con la casa de mi hermana en pocas semanas. Seguiré intentando convencerla de que la realización de una Fiesta Destroyer sería todo un reclamo para un montón de amigos crispados. O para mí misma en un día como hoy, vamos. "Aquí tiene usted una maceta y un cortafríos, y puede usted derribar el muro que quiera mientras se toma este delicioso cubata". A mí me parece una idea genial, pero a ella no, está la pobre muy sensibilizada con la cosa de perder su casa. Igual si cambio la maceta y el cortafríos por un spray para hacer graffitis en los muros, consigo convencerla. Pero lo veo difícil. Joder, con lo que debe relajar darle una buena hostia a un muro y tirarlo abajo. Como lo de romper cristales. ¿No conoces a nadie que disfrute tirando los cristales al contenedor de vidrio? Porque yo los tiro con saña contenida, para que se revienten bien y se hagan mil pedazos. De siempre me hubiera gustado tener una buena discusión, de esas de tirar platos y vasos y tazas contra la pared (claro que gracias a no haberla tenido, disfruto de platos y vasos y tazas ahora)...
Bueno, que me voy a la cama, que creo que no se me ocurre ninguna payasada atacada más por hoy, que creo que ya he tenido bastante. Como ves, una gozada de martes.

PD. Pero no me olvido de decirte que te quiero, gato, no me olvido.

04 julio 2005

 

León - Villar de Mazarife (21,95 kms.)

Cosas que me encantan en este momento:

- Saborear las virutas de chocolate de los cereales con leche que me he acostumbrado a tomar después de la cena. Son geniales, porque pesan y se quedan abajo, en el fondo, con lo cual, cuando te terminas los cereales y te has bebido la leche, abajo, al fondo, mezcladas con unos posillos de azúcar, queda lo mejor, las virutillas del mejor chocolate negro del mundo (joder, releeo esto y pienso que soy una yonqui que ha vuelto a chutarse caballo después de un período de desintoxicación... madre mía, madre mía...)
- Mirar las fotos de la publicidad de Madeira y pensar en que si las fotos son así de alucinantes, en directo debe ser the navy pear.
- Pensar en la sonrisa tonta que se me pone cuando abro los ojos de noche y de pronto me encuentro contigo en la cama (vale, sí, ya sé que a veces se me escapa un "¿qué haces aquí?" un tanto inoportuno, pero reconoce que hace mucho que no te lo digo).
- Sentir la brisilla fresca que corre entre las ventanas de casa; hoy parece que el calor nosturno nos ha dado una tregua.
- Visionar unos cuantos capítulos de Friends repatingada en el sillón de mimbre y echarme unas buenas risas (vale, ya lo sé, soy un poco repetitiva, pero es que la tele da un asquito tremendo de ver entre semana...)
- Mirar en la página de la RAE si "repatingarse" está bien escrito y conjugado (vale, vale, eso es friki y excesivamente perfeccionista, pero yo soy así, asúmelo).
- Pensar en lo guays que será ir mañana a currar andando mientras atravieso el Retiro cuando aún hace fresco...
- ... y escuchar la mejor música mientras camino (eso me lleva a pensar que tengo que actualizar los contenidos del emepetrese que hace mucho que no los cambio).
- Tararear la melodía de "Somewhere over the rainbow" mientras me tumbo en la cama y apago la última luz de este lunes.
- Dedicarte mi último pensamiento antes de caer rendida por el sueño (ojalá mañana tengas un gran día, más o menos como el de hoy, porque me encanta oírte feliz mientras me cuentas tu viaje iniciático).
- Y dormir abrazada a tu recuerdo, gato.

03 julio 2005

 

Si hoy es domingo, esto debe ser el talgo Madrid - León

Fíjate tú qué horas para escribirte. Debes andar ya durmiendo que mañana las 6 te van a dar muy pronto… En fins, hoy estrenamos de verdad verdad el blog peregrino, y aquí me tienes, a las 11 de la noche haciendo un remake de lo que fue el viernes en casa contigo: música de jazz muy suave, una velita encendida, y como tú no estás para hacerme compañía en la cama, me he sentado a escribirte en el ordenador, para que “casi” parezca lo del viernes. Vamos, un mísero intento de remake, pero era sólo para que te hagas una idea.
Ya me has contado que te lo has pasado en grande yéndote de vinos con ese chavalillo de Portugalete, pero ten cuidado no vaya a ser que tires por tierra la fama de siesos y bordes que los vajkos tenéis con los mismos vajkos… Hay que joderse, anda que te ha faltado tiempo para encontrar colegas de farra... En fins, en fins...
Por aquí no ha habido grandes cambios, y menos desde que hemos hablado. Muchísimo calor, muchos despistes (hoy me he dejado la mitad de las cosas por ahí, pero vamos, ya empezamos el día dejándonos el bordón de peregrino en tu casa, así que ya ves…), unos cuantos capítulos de Friends, y una pequeña sentada delante de la tele, en plan “voy a ver si despejo la neurona y no pienso mucho”, y así he pasado toda la tarde y parte de la noche.
No creo que tarde mucho en irme a la cama, y no sé si colgar esto en la web, porque me parece un post un tanto casposo, dada mi inventiva literaria a estas horas de la noche. El caso es que me da igual. Lo colgaré de todas formas, porque una de las cosas buenas que tiene la jodienda del blog, es que si mañana no me gusta, lo rehago y punto pelota.
Te quiero, gato. Espero que pases una noche estupenda, descanses mucho y mañana inicies con muy buen pie tu peregrinaje santiaguero. Y ya sabes quién te estará esperando al final del camino, eh?
Muackis!!! Me piro al sobre, que tengo la neurona de tanta tele hecha un asquito…

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